Contexto de las protestas
Miles de manifestantes marcharon por el centro de Tbilisi el sábado en una protesta contra un controvertido proyecto de ley de "influencia extranjera" respaldado por el gobierno de Georgia y comparado con las leyes rusas que silencian la disidencia.
Masivas manifestaciones han sacudido al país del Cáucaso del Mar Negro durante casi un mes después de que el partido gobernante Georgian Dream reviviera el proyecto de ley que fue abandonado el año pasado debido a una gran oposición.
La manifestación
Los manifestantes se congregaron en la Plaza Europa central de Tbilisi el sábado por la noche en la última protesta, informó un periodista de AFP.
Bajo una fuerte lluvia, los manifestantes corearon "No a la ley rusa" y "No a la dictadura rusa", agitando banderas georgianas rojas y blancas y banderas azules de la Unión Europea en un mar de paraguas en la amplia plaza.
"Estamos protegiendo nuestro futuro europeo y nuestra libertad", dijo uno de los manifestantes, Mariam Meunrgia, de 39 años, que trabaja para una empresa alemana, añadiendo que teme que el país esté yendo en dirección a Rusia.
Reacción de la comunidad internacional
La Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas se han pronunciado en contra de la legislación, y el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, también expresó preocupación por la violencia policial contra los manifestantes.
El proyecto de ley pasó su segunda lectura en el parlamento este mes, antes de las elecciones parlamentarias de octubre, consideradas una prueba clave de la democracia en la antigua república soviética que aspira a unirse a la Unión Europea.
El proyecto de ley controvertido
Si se aprueba, la ley requeriría que cualquier ONG independiente y organización mediática que reciba más del 20% de su financiamiento del extranjero se registre como una "organización que persigue los intereses de un poder extranjero".
Georgian Dream ha defendido el proyecto de ley, diciendo que aumentará la transparencia sobre la financiación extranjera de las ONG. Dice que busca promulgar la medida como ley a mediados de mayo.
Opiniones de los manifestantes
"Este año, la ola de personas y la indignación es más fuerte", dijo Anri Papidze, estudiante de 21 años. "No somos víctimas de la propaganda. No nos detendremos. No seremos esclavos del imperio ruso".
Otra manifestante, Viktoria Sarjveladze, de 46 años, estaba envuelta en una bandera de Ucrania y dijo que su esposo está combatiendo contra Rusia allí.
Dijo que se sentían "enojados y traicionados" de que el gobierno reintrodujera el proyecto de ley, relacionándolo con una "lucha de poder antes de las elecciones".
La postura de Georgian Dream
Durante años, Georgia ha buscado profundizar las relaciones con Occidente, pero se ha acusado a Georgian Dream de intentar acercar al país a Rusia.
El presidente honorario del partido, el ex primer ministro Bidzina Ivanishvili, es ampliamente visto como el que maneja el poder desde el asiento trasero.
Ha cultivado relaciones con Moscú mientras promete un futuro dentro de la Unión Europea.
El mes pasado, en un raro discurso, Ivanishvili arremetió contra las ONG, llamándolas una "seudoélite alimentada por un país extranjero" y culpó a los estados occidentales, no a Rusia, por la invasión de Georgia por parte de Moscú en 2008 y el ataque a Ucrania en 2022.