12/4/2024 | New York Times
Un antiguo embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, fue condenado a 15 años de prisión después de declararse culpable de trabajar como agente secreto para Cuba durante décadas. Rocha, de 73 años, se declaró culpable de dos cargos: conspirar para defraudar a Estados Unidos como agente extranjero y no registrarse como agente extranjero. El acuerdo de culpabilidad incluye también tres años de libertad supervisada y una multa de $500,000.
Rocha reconoció su "traición a mi juramento de lealtad a Estados Unidos durante mis dos décadas en el Departamento de Estado". Vestido con un uniforme de prisión color beige y gafas negras, el antiguo embajador admitió haber sido influenciado por las políticas radicales de su juventud, pero afirmó que ya no veía el mundo de la misma manera.
Al imponer la sentencia, la jueza Beth Bloom del Tribunal de Distrito Federal en Miami expresó su frustración con los fiscales por no buscar sanciones adicionales, como la confiscación de los bienes de Rocha. La jueza exigió cambios en el acuerdo de culpabilidad y presionó a los fiscales para revelar más información sobre cuándo el gobierno supo que Rocha se había convertido en "un enemigo del gobierno de Estados Unidos". Los fiscales argumentaron que los detalles están clasificados.
"Este caso es un recordatorio de las amenazas de espionaje e infiltración que enfrentamos", dijo David Newman, subsecretario principal adjunto de Justicia para seguridad nacional, en una conferencia de prensa en Miami después de la sentencia de Rocha.
La acusación contra Rocha no reveló mucha información sobre sus negocios con el gobierno cubano ni si compartió secretos durante su carrera diplomática. Rocha sirvió como embajador en Bolivia y también trabajó en un cargo en la Casa Blanca bajo el presidente Bill Clinton. Su carrera diplomática también incluyó trabajar en asuntos relacionados con América Latina durante el mandato del presidente George W. Bush.
Rocha se une a una lista de exfuncionarios estadounidenses condenados por espiar para Cuba. Ana Belén Montes, una exanalista de la Agencia de Inteligencia de Defensa, y Walter Kendall Myers, un exfuncionario del Departamento de Estado, también fueron condenados por espiar para el gobierno cubano. Montes fue liberada el año pasado, mientras que Myers cumple una condena de cadena perpetua. Otro caso importante involucra a Marta Rita Velázquez, quien trabajaba en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y huyó a Suecia después del arresto de Montes.
El caso de Manuel Rocha, antiguo embajador de Estados Unidos, destaca la amenaza del espionaje y la infiltración por parte de agentes extranjeros. Aunque los detalles específicos de su colaboración con el gobierno cubano no han sido revelados, su condena a 15 años de prisión demuestra la seriedad de sus acciones. Este caso sirve como recordatorio de la importancia de proteger la seguridad nacional y continuar vigilantes contra cualquier intento de infiltración en el establecimiento de seguridad de Estados Unidos.
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